Hoy queremos hablaros de Matilda, un lugar que se define como un «salon de estar, comer y beber» y lo mejor cuando se va a este sitio, es tomárselo al pie de la letra, sobre todo en lo que se refiere a eso de «estar»
Durante los últimos tiempos algunos sitios están logrando cambiar la visión que había sobre la Plaza Cantarranas y darle un ambiente muy chulo. Este es uno de esos lugares.
Matilda es uno de esos sitios que invitan a hacer un alto en el camino durante la rutina diaria, pero también puede ser donde te puedes refugiar para descansar el fin de semana, o tener una buena conversación con alguien que quieres. Este lugar sugiere eso. Si algo hay que destacar de este sitio es el cariño con el que hacen las cosas, y eso es parte de la sensación que produce de estar como en el salón de casa: decoración sencilla, ambiente cálido y música agradable y tranquila (jazz o bossa nova por ejemplo)
Para comer, Matilda sigue el concepto de un gastrobar. No esperes un menú completo si no algo para calmar el apetito, una tapa, un picoteo al estilo de un bistró francés. Entre los aperitivos que ofrecen hay opciones de platos de varios países como los burritos tailandeses, ensaladas, una ración de queso o hummus, por nombrar algunos.
Otra cosa que hace diferente Matilda es que tiene tres mesas individuales para dos personas pero tiene una mesa grande central, de forma que los asistentes se sientan alrededor de la mesa y todos ven a todos. Esto es algo muy común en algunos países de Europa, compartir una mesa grande incluso con desconocidos. En España puede resultar algo raro pero ¡amigos!, esto forma parte del encanto del sitio, que incluso si estás a tu aire… da la impresión de que estás con más gente.
Si da la casualidad de que consigues la mesa cuando vas con un grupo de amigos más o menos mediano, la sensación de estar en casa es aún mayor. En este último caso hay que tener en cuenta que no se hacen reservas, y lo recalcamos porque al local nos consta que suele llamar mucha gente preguntándolo.
Cuando hace buen tiempo, también se puede disfrutar de una agradable terraza.
Pero aún no os hemos dicho qué me gusta más de Matilda y es lo que no te puedes perder si eres goloso: ¡el bizcocho Matilda!, que no es más que una deliciosa tarta de zanahoria. Cuando supe que la hacían aquí fue una auténtica alegría, porque hasta ahora no había conocido ningún sitio en Valladolid. Si vais a Matilda, tenéis que probarla sí o sí.
En definitiva, uno de esos sitios que le da un toque diferente a la ciudad y que nos apuntamos en nuestra lista de muy interesantes.
Hacer Comentario